El Gobierno plantea la eliminación del beneficio de la tributación conjunta
En el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia enviado desde el Gobierno a Bruselas se ha incluido “la paulatina desaparición” de la reducción por tributación conjunta del IRPF. La razón que ha dado el Ejecutivo para esta eliminación ha sido que se debe eliminar los desincentivos para que las mujeres participen laboralmente.
Así, se estaría eliminando la ayuda que tenían muchos hogares hasta ahora, puesto que al tributar conjuntamente existía la posibilidad de subir el mínimo exento del IRPF hasta los 3.400 euros. En este sentido, dicha cifra se eleva a los 2.150 euros para las familias monoparentales.
Sin embargo, y ante el alboroto que produjo este anuncio, el Gobierno dio marcha atrás. Explicó que será un grupo de expertos fiscales quien se encargará de evaluar la viabilidad o no de la eliminación de dicha ayuda. Así, queda claro una vez más, según los planes del Ejecutivo, que habrá una subida de impuestos. Ésta afectará a aquellas familias en las que exista un solo asalariado, o dos, pero en el que uno de ellos está en clara desventaja retributiva, en su mayoría mujeres.
De esta manera, el texto lo explica claramente en su artículo 28 de los anexos. En él se especifica que se procederá a la “paulatina desaparición de la reducción por tributación conjunta mediante el establecimiento de un régimen transitorio, debido a que genera un desincentivo a la participación laboral del segundo perceptor de la renta (principalmente mujeres)”.
BENEFICIO FISCAL DE TRIBUTACIÓN CONJUNTA
El 22 de julio de 2020, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) realizó un estudio en el que determinó que, efectivamente, el beneficio que supone la declaración conjunta “sí consigue su objetivo al beneficiar a los hogares que solo tienen un perceptor de rentas”.
No obstante, el mismo estudio concluyó también que “genera un desincentivo a la participación laboral de las mujeres”. Por tanto, propuso su eliminación de manera progresiva y estableciendo un período de gracia. Así, no provoca un perjuicio a todas estas familias “con menor capacidad de adaptar sus decisiones de participación a la nueva situación”. Igualmente, los expertos señalaron que “habría que compensar el efecto negativo que continuará teniendo durante la vigencia del régimen transitorio con nuevos incentivos a la participación laboral de las mujeres que disminuyan la brecha de género”.
Además, según el estudio de AIReF este cambio permitiría al Estado un ahorro de unos 2.393 millones de euros al año. Entonces, este cambio afectaría a unos 2,1 millones de hogares, unos 4,2 millones de beneficiarios de esta ayuda.
SISTEMA EN EXTINCIÓN
Por otra parte, la tributación conjunta es un sistema residual en los países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos). En Bélgica, Reino Unido, Países Bajos, Canadá, Italia o Australia, no existe esta posibilidad de la declaración de la renta de forma conjunta. Pero, en Portugal y Alemania, es opcional. Solamente en Luxemburgo y España cuentan con una reducción, según explica la AIReF. Aunque, en Francia sigue siendo obligatorio.
De esta forma, el cambio de modelo en nuestro país resultará perjudicial para muchas familias. “El 70 % de los hogares que optan por la tributación conjunta tendrían una mayor factura fiscal si hiciesen la tributación individual”, por tanto, sólo saldrán beneficiados con el cambio un 5%.