Abencys advierte de las consecuencias de la ampliación de la moratoria concursal
Sobre Abencys
Abencys Reestructuraciones es un despacho de abogados y economistas. Fue fundado por Javier Díaz-Gálvez y Luis Martín, dos reputados profesionales especializados en el asesoramiento empresarial. La compañía asesora en todo el territorio español y ofrece también cobertura internacional, gracias a los acuerdos bilaterales firmados con una red de despachos independientes de reconocido prestigio. El despacho se posiciona como una compañía referente en el sector gracias a la unión de disciplinas jurídicas y económicas. En 2017, Manuel Gordillo y Carlos Grande se incorporaron a Abencys como socios.
Ampliación de la moratoria concursal
La nueva ampliación de la moratoria concursal ha aflorado muchas dudas entre empresarios y profesionales. Los expertos de Abencys han afirmado que este nuevo aplazamiento no es beneficioso y han advertido de sus posibles consecuencias.
Como consecuencia de la pandemia del COVID-19, el Gobierno ha establecido este 14 de marzo como fecha límite para la moratoria concursal. Con ella, desaparecía la exigencia de acudir a concurso para las empresas que se encontraran en una situación de insolvencia. Si esta moratoria no se hubiera ampliado, los deudores en situación de insolvencia habrían estado obligados a presentar concurso de acreedores.
Sin embargo, con esta nueva ampliación de la moratoria concursal, el estado de estas empresas empeora. La situación de insolvencia es insostenible durante un largo periodo de tiempo. Carlos Grande, socio de Abencys, ha afirmado: “Bajo esta falsa sensación de seguridad, la nueva moratoria provoca que se posponga la toma de decisiones que, aunque difíciles, hay que adoptar con anticipación para que surtan el efecto deseado”. El efecto al que se refiere Grande es a la reestructuración, financiera u operativa, del negocio. Ello con el fin de salvar y continuar con la actividad de la empresa.
El socio de Abencys también ha asegurado que el fin de la moratoria no hubiera provocado, necesariamente, consecuencias negativas para los empresarios, ya que les hubiera empujado a tomar decisiones que no pueden posponerse por más tiempo. “La moratoria concursal genera un mensaje equívoco de que concurso equivale a liquidación y fin del negocio, cuando no tiene por qué ser así”, ha explicado.
El concurso de acreedores puede servir para reestructurar el negocio. También, para asegurar su supervivencia cuando se han agotado los recursos que permiten su continuidad. Uno de los requisitos que se debe tener en cuenta para conseguirlo es concursar con la suficiente anticipación y preparación. Por este motivo, la nueva moratoria carece de sentido cuando el objetivo es conservar la mayor parte del tejido empresarial.
La posible responsabilidad del administrador es otro aspecto relevante. Acogerse a la moratoria concursal puede suponer que no se incumpla un plazo legal. Y, actualmente, el plazo para solicitar concurso es de dos meses desde la situación de insolvencia. No obstante, en caso de declaración de concurso, no se elimina el riesgo de que el administrador pueda ser considerado responsable de las deudas de la empresa con su propio patrimonio por haber agravado, de manera innecesaria, la insolvencia de la sociedad.
Carlos Grande ha planteado que “las empresas, debido al alargamiento de la situación, llegarán incluso más débiles al futuro posible concurso de acreedores. Todo esto reduce aún más sus posibilidades de encontrar una solución que les ayude a esquivar la liquidación”.
En definitiva, la aprobación de esta nueva moratoria concursal sólo empeora el panorama empresarial. Fomenta que las empresas y profesionales en dificultades no adopten las medidas necesarias para su supervivencia, como es la declaración del concurso de acreedores.