«El ángel de la estiba»: un microrrelato para entender el transporte terrestre
El ceño de Ángel, parecía más bien un profundo y oscuro cañón de río. Allí estaba, delante de Dionisio, con los brazos a modo de taza y las piernas abiertas como las de un pistolero de Kentucky. Dionisio por poco se muere al verlo.
– Hombre, Ángel, ¿qué tal?- dijo Dionisio cuando entró a cargar su camión al almacén de Ángel.
– ¿QUE QUÉ TAL? Mira, porque tengo una falta de conductores que sino…
– Ángel, es que era la primera vez que cargaba maquinaria y a mí nadie me había enseñado cómo atarla.
– ¡Tú eres el profesional! ¡Tú tienes que saber cómo se sujeta una carga! ¿Y sabes qué te digo? ¡Que la primera y la última! – aseveró Ángel.
Ese día, Dionisio había tenido un percance con una maquinaria que había cargado por la mañana. Apretó demasiado varios de los cables, una de las piezas partió por la mitad, cayó a la carretera y no pasó una desgracia porque Dios no lo quiso.
Dionisio resopló y miró con tristeza a la puerta. “Que yo soy el profesional y que tengo que saber cómo se sujeta una carga”. Dionisio repasó mentalmente su formación en la autoescuela y los primeros pasos en su actual empresa. A él nunca nadie le enseñó nada. ¿Cómo se supone que debía haber aprendido a sujetar cualquier tipo de carga? Ni los libros de la CAP ni nada de nada, además, el responsable de la estiba era el cargador, ya lo escuchó decir a Eva Hernández Ramos, abogada referente en estos temas.
Para más inri, su trabajo era constantemente cambiante. Antiguamente un conductor entraba en una empresa y casi siempre se movía entre un círculo limitado de clientes con los que con la práctica iba aprendiendo el mejor camino.
Pero hoy en día, la mayoría de agencias de transporte funcionan con bolsas de carga. Es decir, se subastan o se buscan ofertas de lo más variopintas, y eso hace que un conductor esté cargando casi a diario cargas diferentes que nadie le explica cómo estibar.
La formación de conductores en España viene regulada por el RD 1032/2007, que aborda la formación de los conductores profesionales. Pero no se da en la práctica la estiba y la norma de FP va de camino.
Y no es la única situación de este tipo. Cuando un conductor llega a una empresa, prácticamente nunca recibe formación sobre estiba. Con lo cual, tiene que aprender sobre la marcha y depender de la buena voluntad de los cargadores, para recibir algún tipo de indicación sobre cómo sujetar cada carga.
– Hombre Dioni, ¿qué pasa hombre? Menuda cara llevas – comentó Luis.
– Uff, pues ya ves. Hoy rompí una plancha por no sujetarla bien y por poco la lío.
– ¡Madre mía!
– Pues sí. Y lo peor es que es el tercer incidente de mala estiba en menos de tres meses. Pero es que a mí nadie me ha formado.
– ¡Qué me vas a contar! Si es que con esto de las bolsas de cargas cada día te toca a un sitio y no te ayuda nadie.
– Así es. Y por mucho que mires a ver cómo se sujeta una carga en internet, o en guías o así, la mayoría no aparecen. Así que, si en la autoescuela no te enseñan nada, en la empresa tampoco y el cliente tampoco, pues ya me dirás cómo quieren que nos formemos.
– Pues a mí que me suena que, esta chica, Eva María Hernández, ha desarrollado un protocolo jurídico de estiba…. Que se usa con las fichas de estiba.
– Y eso… ¿Qué es?
Luis le señaló a Dioni que esperase un momento para enseñarle una cosa.
– Mira Dioni, a mí me pasaba lo mismo con muchas cargas hasta que descubrí las fichas y su protocolo de responsabilidad jurídica. Yo las llamo “el ángel de la estiba”.
– ¿Y eso qué es? – dijo mirando un libro de anillas que traía Luis.
– Pues son fichas de estiba muy visuales y todas tienen el mismo formato. Vienen distintas vistas de cómo se hace la sujeción, los pasos de carga, los útiles, tablas con los cálculos hechos… Y por la parte trasera vienen la normativa aplicable, los pactos de estiba de cada norma técnica y muchas cosas más. Están super bien y ayudan a todas las partes, incluso al transportista.
– ¡Pues la verdad es que sí! – dijo Andoni mientras ojeaba unas cuantas
– Los pactos de estiba… ¡Vaya! No solo basta con la famosa frase de que la estiba corresponde al cargador salvo pacto en contrario, y ponerla en carta de porte no es válido, vaya.
– Pues no, cada norma técnica del RD 563/2017 tiene un responsable. Además, hay cosas que no son responsabilidad del transportista y se le sigue sancionando en carretera porque la ley de tráfico no se ha adaptado a todo esto.
– ¿Y eso se soluciona con las fichas?
– Eso y mucho más, desde luego cubre lo que la norma no hace. Los cargadores las usan para cumplir sus obligaciones de vigilancia y con la ficha saben perfectamente si la estiba está bien realizada, y encima certificado por expertos.
– Oye, eso está muy bien, pero además me encanta el diseño. ¿De dónde las has sacado?
Luis explicó a Dioni que las suelen dar ya muchos cargadores pero que él tiene una licencia para acceder a una base de datos con fichas de todo tipo.
– Lo mejor es que si te para la policía, ven que llevas la carga correcta y además hasta te felicitan. A un compañero, le sucedió.
– ¿Y cómo funcionan? ¿Te las mandan en papel?
– Bueno, pueden añadirse en contratos u órdenes de carga. Te las suelen mandar por correo o Whatsapp, o si tienes la licencia entras en la app web y te descargas las genéricas o las del cliente donde vayas a cargar.
– Madre mía, yo necesito algo así.
– Claro, y además te recomiendan cuál es la combinación más rápida de estiba para que no pierdas tiempo, ya sabes, las inmovilizaciones…
– Las llevaré al lado de San Cristóbal. ¡Esto es un verdadero ángel de la estiba!
Entre todos debemos fomentar la cultura de la estiba, una nueva conciencia y juntos crear un transporte español de excelencia, en condiciones de competir en seguridad, valor y calidad, como siempre se ha diferenciado. España fue la cuna de ello, y tanto las fichas como su protocolo de responsabilidad jurídica, titularidad de la jurista Eva María Hernández Ramos, han cubierto ya muchas lagunas de la norma y ayudado a la cadena de suministro.
Sobre la autora: Eva María Hernández Ramos
WEB: https://evahernandezramos.com/
Premio Nacional de Derecho Marítimo 2020, primera mujer maestra de cargas en España. Escritora,
autora del primer libro de la normativa de estiba en carretera en España, ydel desarrollo legal de la primera guía oficial. Tiene un total de 18 libros en la materia. Vicepresidenta de diversos comités técnicos europeos en normativa de estiba. Presidenta de Instituto Alana, directora de Alianzas Jurídicas, Instituto de movilidad e innovación y socia del iSEC.Creadora del protocolo de responsabilidad jurídica de estiba y titular de “Fichas de Estiba” (marca registrada). Conferenciante y formadora con más de 200 conferencias y 5.000 horas impartidas.
