Este pasaporte es un documento digital de vacunación y lleva siendo solicitada desde hace varios meses por diferentes países, entre ellos España. Con esto se pretende retomar el turismo que se ha visto paralizado hasta el momento, y que resulta una principal fuente de ingresos en nuestro país.
El pasaporte Covid facilitará la libre circulación de nuevo entre los países miembro de la UE. Aún no se conocen muchos datos sobre este documento, pero sabemos que va a ser un gran avance para el turismo.
La primera dirigente que lanzó esta propuesta fue la canciller alemana-Ángela Merkel- y lo hizo ante los 27 jefes de Gobierno de los países miembros. Esta creación le corresponde a la Comisión Europea, que cuenta con el plazo de tres meses para elaborarlo.
Los requisitos con los que debe contar dicho pasaporte son: que sea operativo y válido en todos los países de la UE. Y, deben dárselo a todas las personas vacunadas, a los que se hayan realizado una PCR y hayan dado negativo y, por último, a los que sean inmunes a la enfermedad por haberla pasado anteriormente y haber desarrollado anticuerpos.
Es decir, deben tenerlo todas aquellas personas que puedan viajar de un país a otro sin riesgo de ir transmitiendo el virus desde su país de origen.
Aunque es una muy buena idea para poder retomar el turismo y así poder levantar la hostelería española, es un proceso largo y que no cuenta con el tiempo suficiente. Se pretender tenerlo todo en orden y operativo para principios de verano.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha asegurado que “Más allá de acordar los principios y la tecnología, se debe asegurar un desarrollo rápido del sistema sanitario y del fronterizo”. También señaló que se pretende crear unos estándares de rastreo comunes, como se hizo con el control del coronavirus, para ver el movimiento de flujo de gente en los distintos países y así poder llevar un control sobre ellos.
¿Cuándo se aprobarán?
La reunión, que será de forma presencial, se hará en el mes de marzo. En ella, la Comisión Europea valorará el uso que va tener y se tomará a una decisión definitiva. Hay algunos países europeos muy reticentes a esta medida por el riesgo a la discriminación de la gente que no pueda viajar por no estar vacunada o no contar con anticuerpos.
Se teme que este no sea el único elemento que se use para la movilidad y que puedan surgir otros métodos menos fiables.
