Los autónomos siempre han tenido que hacer un doble esfuerzo, ya que a pesar de tener que desempeñar el empleo, además se deben encargar de todas las tareas administrativas y contables de su empresa. Es por ello que no se pueden mantener tan al día sobre la normativa como los profesionales del sector. Incluso, muchos prefieren contratar un gestor que se encargue de todo para poder despreocuparse.
El problema es que esto implica que muchas veces terminan por pagar más a Hacienda por aspectos que podrían haber sido más económicos. Por ello, Declarando ha elaborado una guía sobre los errores comunes, de esta manera lo ha explicado la consejera delegada de la plataforma, Marta Zaragozá, que señala que “en su mayor parte, son consecuencia de importantes lagunas de conocimiento sobre la legislación tributaria, pero también de la falta de tiempo o de planificación”.
Estos son los cinco errores habituales y la manera de subsanarlos:
- NO INCLUIR TODOS LOS GASTOS
Los autónomos pueden llegar a tener más de 100 gastos que son deducibles, el problema es que es muy habitual deducir algunos que no se pueden aplicar a la actividad específica que realiza el autónomo o, incluso, se hace de manera incorrecta. Pero, es muy importante esta deducción porque es con estos gastos con los que se reducirá la cantidad que se debe pagar a Hacienda.
De esta manera, muchos autónomos contratan a un gestor pensando que se va a encargar de todo ello. Sin embargo, en la práctica, como los gestores realizan todos los trámites de Hacienda según las informaciones que les dan los autónomos, muchas veces se quedan gastos deducibles sin incluir porque hay dudas o se desconocen por los autónomos que estos sean deducibles.
Los gastos que más dudas plantean son por ejemplo los del suministro de luz, teléfono o internet si el trabajo del autónomo se realiza desde su propio domicilio. Así, si por ejemplo el autónomo ha contratado una línea de internet o un número de teléfono exclusivamente para el desempeño laboral, estos se pueden deducir al 100%.
- MALA PLANIFICACIÓN
Otro de los problemas habituales es la falta de planificación a la hora de pagar impuestos, ya que casi siempre se gestionan apenas unos días antes de que se acabe el plazo, aunque se cuente con ayuda de un gestor. Así, se desconoce lo que se tendrá que abonar a Hacienda hasta este momento.
Por ello, es mejor prever con antelación cuánto se deberá pagar de impuestos trimestrales, para que así el autónomo pueda adecuar su actividad teniéndolo en cuenta. Así, se podrá optar por ejemplo por aplazar el IVA si es necesario según las predicciones de gastos que tienen.
- RETRASOS
También el retraso en la presentación de ciertos modelos puede acarrear sanciones económicas, que serán, por ejemplo, más o menos graves según el tiempo de demora. Además, como se puede tener que presentar hasta 11 modelos distintos frente a hacienda es muy fácil incurrir en un error.
De esta manera, a veces con un simple cambio en la actividad laboral hace que cambie o surja una nueva la obligación fiscal. Basándonos en un ejemplo práctico, si el autónomo decidiera alquilar un local para trabajar, en lugar de hacerlo desde su casa, se verá obligado a presentar otro nuevo modelo, el 115.
- FALTA DE OPTIMIZACIÓN
En relación con el segundo problema, a la falta de planificación se le une la mala optimización. Esto ocurre ya que, al esperar hasta el último momento para presentar la declaración de la renta, es imposible ahorrar porque no se tenía una previsión de las decisiones más adecuadas que nos ayudasen a ello.
Así, es muy difícil prever si se aceptan o no nuevos clientes, o se posponen para más adelante. O, incluso, si es conveniente contratar un seguro o comprar más materiales para el negocio. Por lo tanto, cuando a final de año se calculen los impuestos a pagar (impuesto de beneficios), impedirá saber que margen de beneficios se tienen y cómo se deben fijar los precios de los servicios del negocio.
- DESENTENDERSE AL CONTAR CON UN GESTOR
El último error consiste en creer que, al tener un gestor que nos lleve todos los trámites con Hacienda, podemos despreocuparnos y olvidarnos de todo.
El problema es que el gestor trabaja en base a los datos que le pasa el autónomo, por lo que si hay algún cambio será necesario que se le comunique al gestor para que lo tenga en cuenta de cara a Hacienda. Así, el gestor sólo puede saber los gastos e ingresos que le comunique el empresario para calcular su declaración de hacienda.
Por ello es tan importante comunicar cualquier cambio que se realiza, para que el gestor esté pendiente y sepa si hay que presentar otros modelos o documentos necesarios. Además, es importante señalar que, aunque el gestor sea quien cometiera un error, el responsable es el autónomo.