La Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado a un hombre a seis años de prisión por haber provocado un incendio en su edificio, en la localidad de Camas (Sevilla). Según constata el Tribunal, el hombre había incendiado el edificio de viviendas como venganza contra sus vecinos, debido a las “malas relaciones” que tenía con ellos. No obstante, contra esta decisión se puede interponer un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).
Además de condenarle a seis años de cárcel, el tribunal le prohíbe acercarse durante 10 años a menos de 300 metros del edificio por haber cometido un delito de incendio. También, le exige el pago de una multa de 2.520 euros porque, después de haberse establecido la orden de alejamiento, el condenado quebrantó esta medida cautelar.
Sin embargo, sí le ha absuelto por otro delito más de quebrantamiento de la medida cautelar cuando le detuvo la Policía tras el incendio. La razón es que en este segundo supuesto no se pudo probar que, efectivamente, estuviese a menos de 300 metros.
HECHOS DEL CASO
Según los hechos probados en la sentencia, a fecha del 18 de mayo de 2018, el acusado vivía en el edificio. En concreto, en el domicilio que “venía ocupando por haber convivido tiempo atrás con el arrendatario”. Desde entonces, éste mantenía una mala relación con los vecinos. De hecho, en varias ocasiones, tuvo que intervenir la Policía y hubo denuncias los días previos al incendio.
Además, días antes una trabajadora de un salón de juegos testificó que le había oído decir que “iba a meter fuego al bloque”. Entonces, poco antes de las 00.30 horas de la noche y como venganza contra sus vecinos, amontonó desechos y basuras y les prendió fuego junto con la encimera de la cocina de su domicilio.
Después de esto, el condenado se marchó de allí hacia Sevilla. Y, cuando se encontró con un agente en la puerta de la Comisaría, le dijo: “me voy al Cerro del Águila, estoy hasta los cojones de los vecinos”.
Así, al ser conscientes los vecinos de que había humo y llamas en el patio interior avisaron a la Policía. Y, una vez allí, intentaron apagar el fuego con un extintor, pero no lo lograron. Por lo que tuvieron que evacuar rápidamente a todas las personas del inmueble.
Por tanto, finalmente tuvo que ir el Cuerpo de Bomberos, que sí logró terminar con el fuego. Mientras tanto, el hombre fue detenido a las afueras de Camas. Por ello, el Juzgado Instructor le impuso la prohibición de acercarse a menos de 300 metros.
INCENDIO PROVOCADO
Sin embargo, también arrestaron al condenado el 21 de mayo en las inmediaciones del inmueble, a menos de 300 metros. Pero, aunque el día 27 fue detenido de nuevo, no consta que en ese momento estuviera a una distancia menor de 300 metros.
De esta manera y en base a las pruebas, el tribunal dictamina que el acusado “intencionadamente, provocó en la vivienda que ocupaba un incendio en venganza contra sus vecinos”. Así, cumplía con la amenaza de “prender fuego al edificio”, y puso en peligro la vida de los demás habitantes de las viviendas del edificio.
Por ello, teniendo en cuenta que el rango de la pena por un delito de incendio oscila entre los 10 y 20 años, la Audiencia le impone una pena inferior en grado. Así, considera “ajustada” la rebaja y fija la pena en seis años, porque a pesar de que “el incendio fue provocado” las consecuencias fueron menores. Circunstancia que fue corroborada por el bombero que declaró en el juicio, que explicó que se trataba de un incendio menor fácil de extinguir, y que ninguno de los vecinos sufrió daño alguno.
