Desde que se publicó el pasado 17 de marzo, el pasaporte de vacunación ha sido uno de los temas más recurrentes. Y es que con la Semana Santa a la vuelta de la esquina y a la espera de un verano mejor que el de 2020, viajar es casi una necesidad para la población.
De hecho, la principal finalidad de este pasaporte digital creado por la Comisión Europea es facilitar la movilidad entre los distintos países de la Unión. Sin embargo, el hecho de que en este documento se incluyan datos como las pruebas PCR que ha pasado el viajero, si ha tenido el virus o si se ha vacunado han suscitado dudas sobre si vulnera algún derecho.
La Comisión Europea
El pasado miércoles, la Comisión Europea dio una rueda de prensa donde hizo hincapié en este tema. Insistió en que este certificado es temporal y servirá como herramienta para controlar la vacunación de las personas que viajen de un país a otro. De hecho, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión, afirmó que a finales del verano el 70% de la población europea ya será inmune gracias a la vacuna.
Sin embargo, esto causó cierto revuelo en redes sociales. La falta de libertad, privacidad o la limitación de derechos fundamentales son algunos de los temas que salieron a relucir.
¿El pasaporte de vacunación vulnera derechos?
Expertos juristas defienden este certificado afirmando que los pasaportes de vacunación no son una iniciativa pionera, sino que existen desde hace varios años.
En lo que respecta a la privacidad y a la información que este puede mostrar, hay quienes lo defienden. Y es que se entiende que el hecho de mostrar datos relacionados con la vacunación -como puede ser la fecha en que se ha recibido la dosis- no supone una intromisión si con ello se evita propagar el virus y proteger la salud pública. De hecho, algunos abogados defienden que esto también se hace al matricular a un niño en el colegio.
Sin embargo, hay quienes alertan sobre una posible intromisión si se tiene en cuenta la tecnología. Por ello, habría que analizar quién va a tener acceso a los datos y qué riesgos supondría para aplicar las medidas de protección adecuadas.
En cuanto a las personas no vacunadas, se ha puesto en relieve que estas podrían ser discriminadas a la hora de viajar. Sin embargo, numerosos gobiernos han insistido en que esto no se dará. Profesionales de la abogacía resaltan que “no es lo mismo ser discriminado a ser tratado de forma diferente”.
En el caso de los no vacunados, deberían someterse a ciertas pruebas para comprobar que no tienen el virus. Mientras tanto, los que ya están vacunados tienen una mayor libre circulación.
Cabe destacar que todavía no se sabe cuándo entrará en vigor este pasaporte y quedan muchas preguntas por responder. Por eso mismo, el ICAM pide prudencia, ya que todavía no se trata de una garantía sino de una propuesta.