El Juzgado de Instrucción número 2 de Santiago de Compostela ordenó el pasado sábado inyectar la vacuna de Pfizer-BioNTech a una anciana de 84 años. La mujer en cuestión, se encuentra interna en la residencia de mayores DomusVi San Lázaro de la localidad gallega. Sufre una enfermedad cognitiva por lo que está incapacitada para tomar cualquier decisión. El caso es que la hija de esta mujer, quien tiene la potestad legal sobre la residente, se negó a que vacunaran a su madre hasta que no se pudieran comprobar los efectos adversos que esta vacuna podría provocarla. Hasta el pasado fin de semana, cuando un juez dictaminó que la mujer debía ser inmunizada cuanto antes contra el Covid-19.
Desde este medio ya avanzamos que la vacunación en España sería de carácter voluntario. Así lo establece la Ley 33/2011 sobre Salud Pública y así mismo lo ha reconocido el ministro de Sanidad, Salvador Illa en más de una ocasión. No obstante, la vacunación si puede pasar de voluntario a obligatorio en casos de extrema necesidad como una pandemia; también cuando la salud pública de la población esté en riesgo. Sin embargo, en este caso, la decisión no se ha tomado como medida preventiva favoreciendo la salud pública de otros. Y es que se ha tomado primando la salud de la propia residente ya que al estar incapacitada no tiene la posibilidad de decidir si quiere o no vacunarse.
Desde el juzgado reconocen que la vacunación puede conllevar riesgos, pero siempre serán menores que los que enfrentaría la señora si no es vacunada. «Parece igualmente evidente que, como ocurre con la generalidad de las vacunas, su administración supone una muy ostensible disminución del peligro de contraer la enfermedad”, comenta el magistrado en el auto.
Primer caso en España
Esta decisión es pionera en nuestro país desde que el pasado 27 de diciembre comenzara la campaña de vacunación contra el Coronavirus. Pero no parece que vaya a ser la única, pues en otras comunidades como Andalucía y Valencia ya tienen casos similares. Familiares que prohíben vacunarse a los residentes. Los centros de mayores seguirán el ejemplo de esta residencia gallega que acudió a la justicia no sólo para salvaguardar la salud de su paciente sino de todos los demás residentes, incluido el personal sanitario que trabaja allí.
Este caso se ha resuelto en un tiempo récord debido a la gravedad de la situación. Fue el viernes por la tarde cuando la residencia denunció esta situación. Al día siguiente el juez recibió el informe forense que declaraba la incapacidad de la paciente de 84 años. Horas más tarde, la hija declaró en los juzgados. Con todos esos datos, fue ese mismo sábado cuando el juez tomó la decisión. La celeridad fue tal porque la inmunización de los residentes de ese centro estaba prevista para ese fin de semana.
La paciente, sin embargo, no recibió la primera dosis de la vacuna al estar esperando los resultados de un cribado masivo que realizó la residencia para descartar la presencia de contagiados antes de inyectarles la vacuna. La familia por lo tanto tiene ahora un tiempo extra para recurrir esta sentencia. Desde el juzgado advierten que solo se parará el proceso si al ser inyectada la primera dosis de Pfizer-BioNTech la anciana sufre algún tipo de reacción adversa.
