La mala praxis de un médico provoca que una paciente quede en silla de ruedas

La Oficina del Defensor del Paciente de Murcia presentó el recurso en nombre de la paciente y ahora la Justicia le otorga hasta 600.000 euros de indemnización.
La mala praxis de un médico provoca que una paciente quede en silla de ruedas
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En septiembre de 2017, una mujer se sometió a una operación en un hospital de Murcia para corregir la escoliosis que sufría en la columna. El problema fue que, tras la operación, la paciente quedó en silla de ruedas y con una incapacidad del 75%. Por ello, tiene derecho a una indemnización por los perjuicios ocasionados que estará en torno a los 600.000 euros.

De esta manera, la Audiencia Provincial de Madrid ha estimado el recurso que presentó la paciente y ha elevado la cifra de la indemnización que se fijó inicialmente por un juzgado de instrucción. Así, dicha indemnización ha pasado de los 200.000 a los 400.000 euros, a lo que, además, habrá que sumar los intereses legales (incrementados en un 50%) y las costas judiciales.

Por ello, el tribunal madrileño ha estimado parcialmente el recurso de apelación que se interpuso contra la primera resolución. Aunque este recurso fue presentado por la Oficina del Defensor del Paciente de Murcia, en nombre de la demandante.

MALA PRÁCTICA MÉDICA

En consecuencia, la Audiencia señala en la sentencia que el cirujano que la intervino incurrió en una mala práctica médica, o lo que es lo mismo, en mala praxis. La razón de ello fue que no se informó a la paciente debidamente sobre los riesgos que conllevaba esa operación. Y, tampoco le explicaron que existían otras opciones menos innovadoras que podría haber escogido para la intervención.

Por tanto, al tribunal parece no quedarle ninguna duda que, debido a esa desinformación, el consentimiento que dio la mujer “devino inútil”. Igualmente, no se ha explicado el porqué de esa cirugía y no otra.

De hecho, estos no fueron los únicos errores que cometieron. Sino que, además, durante el tiempo que estuvo en reanimación y el posterior en planta, en ningún momento se le realizó un control neurológico para estar al tanto de su estado tras la operación.

De esta forma, la Audiencia Provincial de Madrid entiende que, por culpa de esa mala práctica médica, la paciente ha quedado para siempre postrada en una silla de ruedas. En consecuencia, de ahora en adelante requerirá siempre la ayuda de terceros para llevar a cabo tareas de su día a día.

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