Las escalofriantes imágenes de ensañamiento y vejación gratuitos infringidos a animales de laboratorio por un grupo de científicos de una conocida empresa, contratada por el CSIC, vuelven a poner de manifiesto que lo que ocurre detrás de los altos muros de los laboratorios es un incumplimiento flagrante de la Directiva 2010/63/UE, Real Decreto 53/2013 de 1 de febrero y normativa autonómica de protección animal, y puede llegar a constituir un delito tipificado en el art. 337 de nuestro Código Penal.
El final feliz de la liberación de los animales de la empresa Vivotecnia –gracias a la gran labor del activismo animal- se empaña cuando se vuelve a comprobar que, en España, 10 años después de la Directiva UE, sigue siendo uno de los países donde se masacra mayor número de de estos seres en nombre de la ciencia, según los últimos datos oficiales 817.742 animales en el año 2019.
Fin a la experimentación con animales
El objetivo último de la Directiva UE es poner fin a la experimentación con animales y reemplazarla por sistemas alternativos sin la utilización de seres sintientes. Por lo tanto, debemos reclamar la implantación en España de los sistemas de experimentación sin utilización de animales que funcionan con éxito en el resto de los países de Europa y Estados Unidos, como técnicas in vitro, modelos matemáticos o data base y órganos en chips.
Estas técnicas pueden llegar a obtener resultados más fiables en pocos meses que los resultados cuestionados que se obtienen en años de experimentación con animales, resultando incomprensible que continuemos siendo uno de los países europeos con menor utilización de estos sistemas.
Por ello, la Comisión de protección de derechos de los animales (CPDA) del Colegio de la Abogacía de Barcelona (ICAB) reclama el cumplimiento de la directiva comunitaria 2010/63/UE que obliga a implantar sistemas de experimentación sin utilización de mascotas.
