En pleno auge de noticias sobre los riders, tras el accidente que el pasado lunes le costó la vida a un repartidor de comida rápida en Madrid al chocar frontalmente con un camión de la basura, el Gobierno se reúne hoy con sindicatos y patronal para intentar llegar a un acuerdo definitivo sobre la nueva ley que cubra legalmente a estos trabajadores.
En la reunión participarán Joaquín Pérez Rey, secretario de estado de Empleo, así como los representantes de la patronal (CEOE y CEPYME) y los sindicatos (CCOO y UGT). Fuentes consultadas aseguran que lograr el acuerdo con todas las partes es algo muy complicado puesto que los empresarios no están dispuestos a ceder en muchas de las condiciones planteadas. El objetivo de la reunión es cerrar de una vez por todas esta mesa de negociación, que lleva en marcha más de medio año y fijar una nueva ley que dote de un marco laboral regulado a estos repartidores de comida a domicilio.
Falsos autónomos
Gobierno y sindicatos están dispuestos a acabar con la condición de falsos autónomos con la que hasta ahora contaban estos riders. La patronal es contraria a esta modificación, pero representantes sindicales piden al ejecutivo que “sea valiente” y que apruebe una nueva ley, aunque no sea con el consenso de todas las partes.
Lo que sí han conseguido los empresarios es que el Gobierno elimine alguno de los puntos más radicales de la norma. En un primer momento, se barajó la idea de que además de a los riders de comida a domicilio se incluyera en esta nueva normativa a trabajadores de plataformas digitales de otros sectores. También estuvo sobre la mesa obligar a las empresas a compartir el registro y los algoritmos que llevaban a cabo para conocer la situación de sus trabajadores.
Grandes empresas afectadas
La oposición de la patronal ha sido crucial para que ninguna de estas medidas se incorpore a la nueva ley. Que, por lo tanto, tan solo afectará a los repartidores de comida a domicilio que van en bicicleta y a su condición de falsos autónomos sin entrar más a fondo en el problema.
El secretario de estado de Empleo confía en llegar a un acuerdo con todas las partes y lograr que la de hoy sea la última reunión sobre este asunto. Todo parece indicar que la nueva ley saldrá adelante con apoyo del Gobierno y sindicatos, pero con la oposición de la patronal. Afectará a grandes empresas que cuentan con este tipo de trabajadores para repartir su comida y que en los últimos años han visto como su modelo de negocio, así como sus beneficios no han parado de crecer. No obstante, acumulan miles de denuncias y problemas con la justicia debido a los contratos laborales que realizan a sus empleados.
