El tribunal ha condenado al ex rector de la parroquia San Vicenç de Castellet por simular una boda entre una feligresa de la iglesia y su pareja cuando éste ya había fallecido. Por estos hechos se les ha condenado a tres años de prisión y 1.080 euros de multa.
Este acto delictivo se llevó a cabo para que la mujer pudiera beneficiarse de la herencia, ya que como sólo eran pareja de hecho, y no matrimonio, no le correspondía nada. Además, también se ha condenado a la hija de la mujer a un año y medio de prisión y una multa de 540 euros, ya que actuó en el delito como cooperadora necesaria. Es decir, que fue cómplice.
MATRIMONIO FALSO
En este caso, el fallecido y su pareja habían vivido durante años como pareja de hecho, pero el problema surgió cuando el hombre falleció en el año 2008 sin haber hecho testamento. Por tanto, como éste no tenía descendientes directos su herencia pasaría a dos sobrinos que tenía. Ante ello, y consciente de saber que no le correspondería nada de la herencia, la mujer acudió a su parroquia.
Allí, le pidió al rector que le hiciese un expediente matrimonial falso para poder simular que ella y su pareja se habían casado antes de que él muriera. De hecho, el rector colaboró plenamente con ella, falsificando, incluso, la firma del DNI del fallecido.
Sin embargo, el rector de la parroquia no fue el único colaborador de la viuda, también la hija de ésta, quien realizó la inscripción del matrimonio en el Registro Civil. Por tanto, como a efectos civiles se suponía que la viuda era su esposa, se la declaró heredera ante notario por los bienes de su supuesto marido. Le correspondió una vivienda, una finca urbana y el dinero del banco.
Pero en el año 2018, la mujer falleció y, por tanto, su herencia, y en consiguiente la que ella había recibido antes de su pareja, pasó a su hija. La razón es que, según estos hechos y los registros, los bienes pertenecían legalmente a la mujer y la hija era, entonces, la heredera universal.
PERJUDICA A LOS SOBRINOS
Según ha explicado la Audiencia en su sentencia, el rector de la parroquia realizó un expediente matrimonial falso sabiendo que lo era. Además, también conocía que con él se pretendía que la “viuda” fuera la heredera del fallecido y así arrebatarles la herencia a los sobrinos, que sí eran herederos legítimos. Es decir, que el rector creó un documento no auténtico, ya que esta situación era inexistente.
No obstante, la hija de la mujer también participó en el delito, ya que fue la testigo del supuesto matrimonio y quien firmó el documento, compareciendo en el Registro Civil para inscribir este falso matrimonio. Además, conocía que con ello iba a perjudicar a los sobrinos.
Todo ello ocurrió puesto que, en el momento del fallecimiento del hombre, según la Ley 40/1991 sobre las sucesiones en Cataluña, la viuda es la heredera del total de la herencia si no hay testamento. Pero esto no sucede con la pareja de hecho, y por eso los condenados y la ahora fallecida realizaron este engaño.
FALSEDAD DOCUMENTAL
Por estos hechos, el rector y la hija fueron condenados, en base a un delito de falsedad documental (artículos 390 a 399 del Código Penal), a tres años él y a uno y medio ella. Asimismo, deberán pagar una indemnización de 203.934 euros, y el rector ha sido inhabilitado para ejercer su cargo.
RESPONSABILIDAD OBISPADO
Igualmente, el tribunal ha condenado al obispado como el responsable civil subsidiario, ya que entiende que se cumplen los requisitos necesarios para esto:
- Es una persona jurídica
- El rector pertenecía a esta institución
- El obispado debe vigilar y comprobar los expedientes matrimoniales que se hacen en sus parroquias.
Finalmente, la Audiencia concluyó que el obispado debe abonar la indemnización que le corresponde a ambos condenados, ya que es responsable solidario.
