Su nueva política de privacidad y el éxodo de usuarios a otras plataformas ha hecho que WhatsApp aclare las condiciones.
El pasado 4 de enero, la aplicación WhatsApp actualizó su nueva política de privacidad que se aplicará en todos los países a partir del 8 de febrero. Esta ha causado cierta polémica debido a sus condiciones, ya que en una de sus cláusulas se explicita que se compartirían datos de la aplicación de mensajería con Facebook, su empresa principal. Sin embargo, algunos de estos cambios no afectan a los usuarios europeos, tal y como ha informado la compañía.
Y es que WhatsApp se ha visto obligada a aclarar las condiciones de su política debido al aumento considerable de usuarios que han utilizado otras aplicaciones como Telegram o Signal. En el comunicado han desmentido ciertos bulos y han explicado qué datos se comparten con la empresa de Zuckerberg y a quiénes afecta.
Datos compartidos
- Datos de transacciones
- Información relacionada con el servicio de la aplicación
- Dirección IP
- Datos de la cuenta (nombre, número de teléfono, el dispositivo utilizado)
- WhatsApp Business: cuando se conversa con las compañías, se podrá enviar información sobre la interacción con ellas.
Según ha indicado la empresa, los datos recopilados por Facebook y sus otras empresas se podrán usar para “mejorar sus servicios y tus experiencias al usarlos, como hacer sugerencias para ti, personalizar funciones y contenido”.
Datos no compartidos
A pesar de que Facebook tendrá acceso a ciertos datos relevantes, WhatsApp no podrá compartir datos sensibles y/o privados. Tal y como han anunciado:
- Ni WhatsApp ni Facebook podrán leer los mensajes privados o escuchar las llamadas
- No se hará un registro de los usuarios con quienes se mantenga contacto (ya sea a través de chat o de llamadas)
- No se accederá a la localización compartida
- No podrán compartir información de los contactos
- Los grupos de WhatsApp seguirán siendo privados
- Podrás descargar los datos de WhatsApp
- Podrás mandar mensajes que desaparecen
Además, las conversaciones seguirán estando cifradas, lo que significa que ni siquiera la aplicación podrá acceder a ellas. Los únicos que podrán ser partícipes de la conversación serán el emisor y el receptor de los mensajes.
A quién afecta
Uno de los puntos más relevantes de esta política es la distinción que se hace sobre los clientes. En el caso de los usuarios europeos, esta normativa no les afecta. Así lo recoge el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR en inglés), la legislación que que favorece su privacidad. En ella se establece que ninguna empresa puede utilizar los datos de los clientes para beneficios propios, por ejemplo, la inserción de publicidad.
En caso de que esto afectase a los europeos, tendría que ser aceptado por la Comisión de Protección de Datos de Irlanda (país donde reside la filial de la aplicación para Europa). Sin embargo, a pesar de que la nueva normativa no les afecta, los europeos también tendrán que aceptar estas condiciones -la fecha límite para hacerlo es el 8 de febrero- para poder seguir utilizando WhatsApp.
¿Qué datos compartían antes?
Desde que WhatsApp entró en la familia de Facebook en 2014, tuvo que compartir información con esta. La razón de por qué las empresas hacen esto es para mejorar los servicios técnicos y para sacar estadísticas de uso, entre otras cosas.
Algunos de los datos que se compartían antes de la nueva normativa eran datos identificatorios como el número de teléfono, la versión instalada, o el prefijo del país. Además, se utilizaban datos de la propia aplicación como cuándo se usó por última vez, qué uso se le da o en qué fecha se registró el usuario.
De esta manera, Facebook podría saber si un mismo usuario utiliza varios de sus servicios, con la intención, según dice, de que sean seguros. Con esto se podría evitar el spam o el contenido ilegal. Estos datos estaban contemplados en la anterior Política de Privacidad del 24 de abril de 2018.
