El segundo fin de semana del año trajo consigo la peor borrasca en lo que va de siglo. Filomena actuó principalmente en el centro del país dejando anegadas por la nieve ciudades como Madrid, Cuenca, Toledo, Albacete o Teruel. La gran nevada pasó, pero sus efectos continúan siendo visibles. En estas zonas permanecen todavía las grandes placas de hielo que cubren cientos de aceras y calles. Una de las mayores consecuencias que trajo este temporal, fue la suspensión de las clases en comunidades como Madrid, Castilla-La Mancha, Aragón y parte de Castilla y León. Otras como Extremadura prefirieron atrasar el horario de entrada de los niños para que los padres pudieran llevarlos sin sufrir ningún tipo de retraso.
Lo que en principio fue una medida temporal; lunes 11 y martes 12 se acabó convirtiendo, en Madrid y Castilla-La Mancha en una suspensión de la actividad lectiva presencial de al menos una semana. Así lo anunciaba la presidenta de la Comunidad de Madrid a través de su cuenta de Twitter.
La suspensión de las clases ha sido entendida por la mayor parte de la ciudadanía. Ya que el riesgo de salir de casa en estos días debido a las gélidas temperaturas y las grandes placas de hielo que cubren las calles era muy grande. En algunos casos, incluso, la nieve impedía la entrada a los centros escolares. Otros muchos han sufrido ingentes daños que están siendo arreglados durante estos días. Sin embargo, a muchos padres esta medida les ha supuesto un verdadero quebradero de cabeza. Ya que muchos no tenían con quién dejar a sus hijos mientras ellos estaban en el trabajo.
Dinero del comedor escolar
Pero la mayor parte se quejan por los servicios que están pagando y que no pueden utilizar. Uno de los ejemplos más claros es el dinero del comedor escolar que los padres ya han abonado y que durante el mes de enero tan solo podrán disfrutar durante dos semanas. Algo similar sucedió el año pasado cuando se decretó el confinamiento domiciliario y se suspendieron las clases. En esa ocasión los colegios sí que devolvieron a los padres el dinero correspondiente por estos servicios.
La situación ahora es distinta puesto que no ha sido una medida impuesta a nivel nacional. Tampoco el período de inactividad ha sido tan largo. No obstante, fuentes del ministerio de Consumo y de Facua comentan que: «si un servicio se deja de prestar por parte de una determinada empresa, el importe deberá ser reembolsado al consumidor bien con la devolución del dinero o con otras alternativas como una rebaja en el recibo del próximo mes». Cualquier padre tiene derecho a reclamar que le reintegren ese dinero puesto que así lo establecen los artículos 1091 y 1256 del Código Civil.
