Condenado un agente por agredir a un detenido en comisaría

La Audiencia Provincial de Barcelona ha condenado a un agente a dos años de inhabilitación y a una multa de 3.000 euros por agredir a un detenido en las dependencias policiales.
Condenado un agente por agredir a un detenido en comisaría

Hechos

En junio de 2016 se produjo un enfrentamiento entre el agente condenado – el cual se dirigía a la comisaría –, y la víctima de la agresión que circulaba en bicicleta. La confrontación entre ambos en plena calle provocó que los agentes de la Guardia Urbana lo trasladasen a las dependencias policiales, donde fue golpeado.

 

Audio de la agresión

La Audiencia Provincial de Barcelona ha condenado al agente a seis meses de prisión y dos años de inhabilitación. Además, también tendrá que pagar una indemnización de 3.000 euros. La prueba concluyente fue la grabación del audio que la víctima hizo de la agresión con su propio móvil. «Esto lo vas a pagar. ¿Ahora lloras? Tócamelo, tócamelo otra vez, te reviento. Soy policía. Esto lo pagas tú». Estas fueron algunas de las frases con las que el agente se dirigió a la víctima mientras le agredía. Gracias a ello el tribunal pudo constatar que el agente, efectivamente, había incurrido en un delito contra la integridad moral menos grave.

 

Reforma

Irídia, el Centro para la Defensa de los Derechos Humanos en Barcelona, se ha manifestado a raíz de este altercado. Esta asociación, la acusación particular y la Fiscalía solicitaban que el agente fuera, además, imputado por un delito de lesiones. También solicitaban que fuera condenado por un delito contra la integridad moral grave, debido al estrés postraumático que presentó la víctima. Sin embargo, fue absuelto del delito de lesiones y solamente se le condenó por un delito contra la integridad menos grave

La entidad también ha denunciado que las imágenes de las cámaras de vigilancia de comisaría nunca aparecieron en el juzgado. Además, los agentes que se encontraban presentes durante la agresión no denunciaron los hechos. “Esto demuestra que hay que avanzar mucho para modificar la cultura policial del silencio corporativo y para lograr una posición corporativa de denuncia de aquellos y aquellas agentes que hagan malas prácticas o incluso actos delictivos”.

Asimismo, la víctima de la agresión era una persona racializada. Irídia ha puesto de manifiesto que el 43% de las agresiones por parte de los cuerpos policiales son a personas migrantes. “Hay un problema de racismo en los cuerpos policiales que se debe abordar de manera profunda”, ha expresado la entidad.

Por ello, exigen una reforma urgente de los mecanismos de control, investigación y sanción a los miembros de los cuerpos policiales. Han pedido “tolerancia cero ante malas praxis” y han puesto de manifiesto la necesaria “reforma estructural”.

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