Bilbao se ha quedado sin Eurocopa y prepara un contraataque en forma de demanda. El concejal de Desarrollo Económico de la localidad, Xabier Ochandiano (PNV), ha explicado que la «prioridad» de las instituciones vascas es recuperar el «cien por cien del gasto incurrido» para prepararse de cara a la organización del torneo europeo de selecciones, que finalmente tendrá Sevilla su sede en España.
«El Ayuntamiento de Bilbao en coordinación con las instituciones vascas haremos valer los derechos que le asisten en el contrato para un resarcimiento económico, de proyecto y de imagen de ciudad», ha detallado Ochandiano. «Los servicios jurídicos del Ayuntamiento con colaboradores especializados estamos analizando la mejor manera de hacer valer los derechos de la sede en Bilbao», ha destacado el consistorio al desvelar que estudia una demanda contra la UEFA y la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) por la ruptura del contrato «sin ningún argumento» en el comunicado oficial.
Compensación económica
En una comparecencia en la comisión municipal en el Ayuntamiento de Bilbao, el concejal ha afirmado que el gasto en los preparativos asciende a 1,3 millones de euros, a los que habría que sumar los contratos de prestación de servicios que han tenido que ser cancelados, y por los que incluso habrá que abonar indemnizaciones. «No sabemos si serán 1,6 o 1,7 millones o la cantidad que sea», ha dicho.
«Hemos solicitado a UEFA insistentemente las condiciones de las demás ciudades sede, pero nunca se nos ha entregado documentación detallada al respecto», ha lamentado. Además, el concejal ha asegurado que «la RFEF no se ha dirigido a Bilbao en ningún momento en las últimas semanas y a la luz está que sí lo ha hecho con otra comunidad». «¿Lo hicieron estando todavía el contrato en vigor con UEFA y con el Ayuntamiento de Bilbao? ¿Ha trabajado la Federación Española de Fútbol con la sede Sevilla cuando tenía un contrato en vigor con Bilbao?», se ha cuestionado.
El pasado 23 de abril, la UEFA anunció que los cuatro partidos que se iban a jugar en el estadio de San Mamés, en Bilbao, se trasladaban al Estadio de La Cartuja de Sevilla. Una propuesta que contaba con el apoyo de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y el Gobierno de Andalucía, que había confirmado su intención de permitir que el estadio acoja espectadores a un máximo del 30% de su capacidad. Acogerá tres partidos del grupo E y un partido de octavos de final.