ARAG informa de que antes de regalar un videojuego a un menor de edad es necesario conocer los riesgos que tiene y saber cómo prevenirlos.
Atrás quedaron los tiempos donde los niños recibían muñecos, pelotas y juegos de mesa por Navidad. Con el avance de la tecnología, cada vez son más los menores que reciben dispositivos electrónicos como regalo en las fechas navideñas.
Y es que durante los últimos años, la aparición de videojuegos online como Call of Duty o Fortnite ha incrementado la participación de los menores, aspecto que la Covid-19 no ha hecho más que fomentar. Sin embargo, esto puede suponer un riesgo para ellos.
Tipo de contenido
Mariam Montero, abogada de la compañía de Defensa Jurídica ARAG, recomienda a los padres que, antes de comprar un videojuego, se informen sobre la temática y el contenido del mismo y lo apliquen a la edad de su hijo. Para ello, pueden fijarse en la clasificación PEGI (Pan European Game Information) que rige actualmente en España.
Esta clasificación regula dos niveles informativos básicos. Por un lado, tiene en cuenta la edad recomendada a partir de la cual se podría jugar. Por otro lado, tiene en cuenta los que se denominan “descriptores de contenido”. Estos son los que indican cómo es el juego: si hay violencia, apuestas, sexo o juegos en línea, entre otros. De esta forma, se puede valorar y tener en cuenta si el juego es adecuado o no para el menor.
Por otro lado, también existe la clasificación PEGI OK destinada a juegos online, la cual también ayuda a los padres a saber a partir de qué edad se podría jugar.
Otros riesgos
Además de revisar el contenido del videojuego al que puede acceder un menor, es necesario tener en cuenta otros factores de los videojuegos online que pueden ser un riesgo para los menores.
En primer lugar, ARAG informa de las compras integradas. Se recomienda que el menor tenga siempre un control parental restringiéndolas en este aspecto. Estas son compras que se hacen en el juego para poder avanzar de nivel con más facilidad, ya sea a través de vidas o nuevos personajes. En ocasiones se hacen sin un consentimiento, por lo que una opción es configurar el juego para que los pagos necesiten una contraseña.
Por otro lado, existen los juegos virtuales en modo multijugador (MMO). Varias personas de distintos lugares del mundo se juntan para echar una partida, lo que significa que se desconoce quién hay detrás del resto de pantallas.
Para ello, es importante que los niños conozcan los peligros a los que se enfrentan si mantienen relaciones virtuales con esos jugadores. También hay que advertirles de que nunca den datos personales, ya sea su nombre, dirección o fotografías, ya que pueden ser víctimas de ciberdelitos (acoso virtual, grooming, sexting…).
Por último, existen conversaciones en línea que permiten a los jugadores ponerse en contacto entre sí.
El caso de Roblox
En mayo de 2019, una madre denunció el engaño que había sufrido su hijo menor de edad a través de Roblox, una plataforma destinada al público infantil que permite la creación de juegos propios.
A pesar de que la madre había activado todos los controles parentales, el menor fue engañado para que enviase fotos sexuales de sí mismo. Cuando su madre comenzó a notar un comportamiento extraño en su hijo, comenzó a revisar el videojuego y se dio cuenta del engaño al había estado sometido su hijo. Tras descubrirlo, lo denunció a la plataforma.
