El Juzgado de instrucción 1 de Viveiro (Lugo) ha dictado un auto en el que acuerda el archivo del procedimiento iniciado a raíz de una denuncia interpuesta por la Asociación Mujeres en Igualdad de Burela y por varias perjudicadas, por la grabación, durante la celebración de la fiesta A Maruxaina en Cervo, de varias mujeres que estaban haciendo sus necesidades en la calle, imágenes que acabaron ‘subidas’ a páginas web de contenido pornográfico.
Grabadas mientras orinaban
Mujeres en Igualdad interpuso denuncia ante el hecho de que varias mujeres (entre 60 y 80) fueron grabadas sin su consentimiento cuando orinaban en una calle de San Ciprián, en Cervo, durante esa celebración en verano de 2019.
Según ha apuntado la portavoz de la asociación, Mari Fraga, A Maruxaina es una fiesta «multitudinaria» y, ante la carencia de suficientes baños públicos, «es conocido» que la gente hace sus necesidades en esa calle. «Alguien que lo sabía colocó una cámara estratégicamente«, ha señalado.
Esas imágenes acabaron publicadas en webs de contenido pornográfico y varias mujeres que se reconocieron, incluso alguna fuera de España, presentaron denuncia por estos hechos casi un año después.
Iniciado el procedimiento judicial por un posible delito de revelación de secretos, por la divulgación de vídeos y fotos de esas mujeres, se practicaron diversas diligencias.
Vía pública
Sin embargo, el juez considera que no se ha acreditado suficientemente la comisión de un delito, ya que las mujeres estaban orinando en la vía pública y podrían ser vistas «por cualquier persona que por allí transitase». «Y es por ello por lo que no suponen (las imágenes) ningún ataque ni vulneración de la intimidad», señala el auto.
Por ello, el magistrado ha acordado el sobreseimiento provisional de las actuaciones, aunque contra su resolución cabe recurso de reforma o de apelación. De hecho, Mujeres en Igualdad de Burela ha confirmado que recurrirá esta decisión, que ve «incomprensible» y su letrado, José Manuel Oliveros, ha señalado que, pese a que las mujeres se encontraban en la vía pública, sí se vulneró su intimidad.
A ese respecto, ha matizado que las perjudicadas fueron a hacer sus necesidades a una calle ubicada en una «zona recóndita», por donde «no pasaba nadie», precisamente para protegerse de miradas indiscretas, y que se trata de un lugar al que van habitualmente en esas circunstancias, dado que no hay baños portátiles ni públicos suficientes en esa celebración.
