Ayer, 22 de febrero, se celebró el Día Europeo por la Igualdad Salarial. Miles de protestas se sucedieron en nuestro país debido a la brecha salarial que existe entre hombres y mujeres. Según el Ministerio de Igualdad y Trabajo la brecha salarial es un tipo de discriminación y apuntan a que en España las mujeres cobran de media un 21,4% menos que los hombres. Además, las mujeres asumen de forma mayoritaria los cuidados, con empleos más precarios y peor remunerados.
Estos datos se han agudizado a causa de la pandemia que ha afectado en un mayor grado a las mujeres y a los jóvenes. Según los técnicos de Hacienda, la brecha salarial ha aumentado en 33 euros en este último año, y con este ritmo harían falta 121 años para acabar con esta brecha y que las mujeres cobraran de media igual que los hombres.
Una obligación
Con estos datos la igualdad retributiva se ha convertido en una obligación en la que tanto el Gobierno como la patronal tienen que remar en una dirección común para intentar acabar con esta diferencia de salarios entre sexos.
En el sector empresarial ya se han dado pasos en esta dirección en forma de obligaciones de obligado cumplimiento. Es obligatorio que en empresas que cuenten con 50 empleados o más deban elaborar y aplicar un plan de igualdad. El empresario también está obligado a llevar un registro retributivo con los valores medios de los salarios, los complementos salariales y las percepciones extrasalariales de su plantilla, desagregados por sexo y distribuidos por grupos profesionales, categorías profesionales o puestos de trabajo iguales o de igual valor. Así lo establece el artículo 48 del Estatuto de los Trabajadores.
Transparencia
En cuanto a ese plan de igualdad, antes de llevarlo a cabo se deberá realizar un estudio de todos los puestos de trabajo de la empresa. Con este estudio se analiza tanto las funciones que se realizan en este puesto y el salario que se establece para ese trabajador y como si existen diferencias entre hombres y mujeres que ocupen el mismo puesto, bien sea en términos salariales o funcionales. A partir del mes de enero de 2022 este análisis deberá extenderse a todos los sectores de la empresa, así como a los procesos de selección o ascensos para llevar un registro de si se cumple el plan de igualdad que señala el BOE en artículo su 7.2 Real Decreto 901/2020, 13 de octubre.
Para asegurar la transparencia de estas obligaciones, se realizará una auditoría retributiva con el objetivo de comprobar si el sistema retributivo de la empresa en cuestión cumple con la aplicación efectiva del principio de igualdad entre mujeres y hombres en materia de retribución.
Sanciones
Con todas estas obligaciones se intenta resolver o controlar el problema de la brecha salarial desde el mundo empresarial y mejorar la calidad retributiva de los trabajadores independientemente del sexo o la edad que tengan. El incumplimiento de estas obligaciones supone una infracción grave o muy grave de la Ley de Infracciones y Sanciones del Orden Social. Estará sancionado con una multa económica que variará entre 6.251 a 187.515 euros según la gravedad de los hechos.
